Si te tomaste tu tiempo para armar ese juguete, ¿porqué no te lo tomas para salvar el mundo?

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Un árbol es una vida.

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miércoles, 26 de noviembre de 2008

Prevención y control de la contaminación


Ahora bien, como hemos visto el problema de la contaminación es muy serio para los seres humanos y para los ecosistemas. Y muchas son las personas preocupadas hoy en día por esto. Es por ello que debemos trabajar incansablemente en la prevención y el control de los contaminantes.



¿A que nos referimos con prevención? Bueno, como la palabra lo indica, buscamos prevenir que ocurra el daño o al menos minimizarlo al reducir la cantidad de contaminantes que "entran" al ambiente. Una forma de hacerlo es evitando que lo que consumimos contenga sustancias peligrosas. Algunas empresas diseñan sus productos de forma tal que se reemplace algún contaminante por otro compuesto que no es tan nocivo para el ambiente.



También puede ser que eviten que se generen contaminantes en sus procesos industriales. No es nada sencillo pero lo cierto es que, con el asesoramiento adecuado, cualquier industria puede cuidar responsablemente el planeta. Lo más importante es que tenga verdaderamente el deseo de hacerlo y que quienes la ayuden en esta tarea busquen medidas realizables.



También puede evitarse la contaminación con todas las medidas, grandes y pequeñas, que hemos visto en las demás secciones de EcoPibes. Por ejemplo, si utilizamos menos el automóvil, si compramos únicamente aquello que necesitamos, si no desperdiciamos, si tratamos con cuidado los productos peligrosos del hogar, si utilizamos alternativas más amigables con el ambiente...
Controlar es, en este caso, tratar de minimizar o revertir el nivel de daño una vez que los contaminantes ya han sido generados. Puede ser que se haga mediante el reciclado, el tratamiento o la disposición adecuada de los residuos peligrosos.



Con estas alternativas muchas veces el problema sigue estando ya que lo único que se logra es trasladarlo de lugar (por ejemplo a un relleno de seguridad) o dilatar la solución (por ejemplo con los catalizadores para los automóviles). También debemos tener en cuenta que no siempre es sencillo encargarse de los contaminantes una vez que han sido generados.


Es por esto que, cuando tenemos la posibilidad de escoger, siempre debemos preferir las medidas de prevención por sobre aquellas de control. Recuerda que el lema de todo ambientalista debe ser "mejor prevenir que curar". Es como si estuvieras aprendiendo a andar en bici, es preferible que uses rodilleras y casco antes que tener al doctor esperando para atenderte cuando te caigas ¿no?

fuente: ecopibes.com

Los contaminantes en el cuerpo humano

Cuando los contaminantes ya se encuentran en el ambiente y el hombre está expuesto a ellos, muchas cosas modificarán el grado de daño que puedan hacerle.


Inicialmente dependerá del nivel de absorción por parte del cuerpo. Los compuestos pueden ingresar con el agua y el alimento, con el aire que respiramos, a través de la piel, etc.En el primer caso la absorción ocurre dentro del tracto gastrointestinal (boca, estomago, intestinos, etc.).

Algunos compuestos ingresan fácilmente mientras que otros es posible que no sean absorbidos y que, por lo tanto, se eliminen con la materia fecal.


Cuando una persona bebe o come por accidente una sustancia contaminante se intenta realizarle un lavado estomacal para que esta se elimine con el vómito. Esto ocurre en especial con los niños pequeños que pueden, en un descuido, consumir por ejemplo un producto de limpieza o insecticida.


Es por esto que es muy importante que nunca toques productos peligrosos que puede haber en tu casa. Además, si tienes hermanos menores, debes recomendarle a tus papás que los pongan fuera de su alcance. ¡¡Recuerda que es mejor prevenir que curar!!


También puede ser que exista lo que se conoce como contacto mano-boca. Es decir, que tocas un producto contaminante y luego comes una galletita o algo que hace que lo transportes a la boca. Ten en cuenta entonces que debes lavarte bien las manos regularmente.


Algunos contaminantes ingresan también con el aire que respiramos. El caso más común es el del humo del cigarrillo. Quienes fuman dañan su propia salud pero lamentablemente también la de aquellos que tienen cerca. Y muchas veces son sus hijos los que más sufren este tipo de contaminación. De esta forma también entran al cuerpo los restantes agentes atmosféricos (¡¡¡que son muchos!!!).


Una vez que los contaminantes son absorbidos, llegan a los tejidos de nuestros órganos a través del sistema circulatorio (venas y arterias).


Algunas veces pueden quedar retenidos en nuestro organismo y acumularse en el cuerpo. Muchos órganos son "preferidos" por algunos contaminantes que se van alojando allí y produciendo daños en el largo plazo.


El mercurio por ejemplo se va "estancando" en el cuerpo. Lo mismo le ocurre a peces como el atún. Lo más grave es que cuando comemos un animal que ha acumulado mercurio en sus tejidos (atún en este caso), pasamos a incorporarlo a nuestro cuerpo.


Pero cuando no se retienen los contaminantes, se produce su excreción. Esto minimiza los efectos dañinos de esa sustancia sobre el cuerpo.


Generalmente las sustancias se excretan con la orina o la bilis. En el primer caso se produce gracias al trabajo incansable de nuestros riñones que filtran la sangre para retirarle los compuestos tóxicos. En el segundo caso es el hígado el que realiza esta tarea.


También puede ser que se excreten contaminantes con el aire exhalado, la transpiración, la saliva, las secreciones genitales, el pelo, la piel y la leche materna. ¿Sabías que muchas veces se estudia el pelo de las personas para conocer la cantidad de determinados contaminantes que puede tener adentro?

fuente: ecopibes.com

Los contaminantes en el ambiente


Ahora bien, el problema con los contaminantes es su interacción con el mundo que nos rodea. Los agentes "entran" al ambiente: a la atmósfera, la hidrósfera, la geósfera y la biosfera. Estos se llaman medios receptores y, dependiendo de cual de ellos se trate, los contaminantes ese comportarán de manera distinta.


Por ejemplo, los atmosféricos se mezclan más rápidamente que aquellos que se encuentran en el suelo. El aire se mezcla de acuerdo a la intensidad y sentido de los vientos por lo cual en lugares en los cuales el movimiento se encuentre reducido, también se reducirá el transporte de los contaminantes.


Esto es lo que ocurre muchas veces en las ciudades en las cuales los edificios impiden el libre paso del aire, reteniendo los agentes atmosféricos, como por ejemplo los gases de combustión de los caños de escape de los automóviles.



Cuando los contaminantes se encuentran en el agua puede ser que floten, que se vayan al fondo o que se unan con el medio. No es lo mismo tampoco si se trata de una laguna que tiene el agua (y por lo tanto los contaminantes) relativamente estancados que si se trata de un río en el cual tendrán mayor movilidad.



En el suelo, por ejemplo pueden trasformarse, quedarse "atrapados" o ser arrastrados por el agua de lluvia. En este último caso, dependiendo de las características del suelo, se trasladarán por encima de la superficie o serán llevados hasta los reservorios subterráneos de agua.



O sea que la contaminación depende en gran medida del medio receptor y es por esto que resulta tan importante para los ambientalistas investigar lo que nos rodea. Debemos conocer el ecosistema local del cual somos parte para analizar como serán transportados, dispersados o trasformados los contaminantes.


fuente: ecopibes.com

¿Qué es el calentamiento global?

El clima siempre ha variado, el problema del cambio climático es que en el último siglo el ritmo de estas variaciones se ha acelerado de manera anómala, a tal grado que afecta ya la vida planetaria . Al buscar la causa de esta aceleración, algunos científicos encontraron que existe una relación directa entre el calentamiento global o cambio climático y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), provocado principalmente por las sociedades industrializadas.
Un fenómeno preocupa al mundo: el calentamiento global y su efecto directo, el cambio climático, que ocupa buena parte de los esfuerzos de la comunidad científica internacional para estudiarlo y controlarlo, porque, afirman, pone en riesgo el futuro de la humanidad.
¿Por qué preocupa tanto? Destacados científicos coinciden en que el incremento de la concentración de gases efecto invernadero en la atmósfera terrestre está provocando alteraciones en el clima. Coinciden también en que las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) han sido muy intensas a partir de la Revolución Industrial, momento a partir del cual la acción del hombre sobre la naturaleza se hizo intensa.

Originalmente, un fenómeno natural.


El efecto invernadero es un fenómeno natural que permite la vida en la Tierra. Es causado por una serie de gases que se encuentran en la atmósfera, provocando que parte del calor del sol que nuestro planeta refleja quede atrapado manteniendo la temperatura media global en +15º centígrados, favorable a la vida, en lugar de -18 º centígrados, que resultarían nocivos.
Así, durante muchos millones de años, el efecto invernadero natural mantuvo el clima de la Tierra a una temperatura media relativamente estable y permitía que se desarrollase la vida. Los gases invernadero retenían el calor del sol cerca de la superficie de la tierra, ayudando a la evaporación del agua superficial para formar las nubes, las cuales devuelven el agua a la Tierra, en un ciclo vital que se había mantenido en equilibrio.


Durante unos 160 mil años, la Tierra tuvo dos periodos en los que las temperaturas medias globales fueron alrededor de 5º centígrados más bajas de las actuales. El cambio fue lento, transcurrieron varios miles de años para salir de la era glacial. Ahora, sin embargo, las concentraciones de gases invernadero en la atmósfera están creciendo rápidamente, como consecuencia de que el mundo quema cantidades cada vez mayores de combustibles fósiles y destruye los bosques y praderas, que de otro modo podrían absorber dióxido de carbono y favorecer el equilibrio de la temperatura.

Ante ello, la comunidad científica internacional ha alertado de que si el desarrollo mundial, el crecimiento demográfico y el consumo energético basado en los combustibles fósiles, siguen aumentando al ritmo actual , antes del año 2050 las concentraciones de dióxido de carbono se habrán duplicado con respecto a las que había antes de la Revolución Industrial. Esto podría acarrear consecuencias funestas para la viva planetaria.

fuente: sepiensa.org.mx